5 de abril de 2009

Después del espectáculo

Ya habían pasado los famosos. Ya había pasado también su inseparable cortejo de maquilladoras, managers, publicistas, directores de marketing y demás gente encargada de que detrás de los famosos haya una manada de seguidoras histéricas. También había pasado ya la manada de seguidoras histéricas. Y las cámaras, y los periodistas, y los fotógrafos, y las presentadoras que exhiben sus escotes delante de la cámara... Todos se habían ido.

Ya habían entregado sus premios de plástico. Ya habían desaparecido aquellos gramos en el backstage. Ya habían pronunciado sus discursos y su lista de agradecimientos. Ya había algún condón usado en los lavabos. Ya estaban vacías las botellas de los camerinos. Ya había terminado todo.

Yo iba a echar mi meada de antes de dormir. Podrían ser las tres de la madrugada, no me fijé bien. Mientras estaba meando llegó a mis oídos el suave rumor de voces en la calle. Me la sacudí y me asomé a la ventana movido por la curiosidad. Entonces vi aquello.

Se trataba de una cuadrilla de mozos de carga. Eran unos diez. Casi todos tenían un acento extranjero muy simpático. Estaban allí, cargando cajas en camiones y furgonetas, mientras toda la ciudad dormía y los famosos se ponían hasta el culo en algún bar del centro. Y estaban contentos haciendo aquello. Las cajas seguro que contenían equipos de sonido y aparatos electrónicos de esos que pesan un montón. Pero ellos las hacían volar como plumas.

—¿Cuántas cajas van arriba, Gino?
—Aquí ya están todas.


Reían, hacían bromas, y se pasaban botellas de cerveza que también volaban de uno a otro como plumas. Aquellos hombres eran felices.


Yo estaba observando todo aquello desde mi quinto piso. Notando en la cara una cálida brisa nocturna. Pensando en mandar a la mierda mis gruesos fajos de apuntes e irme de ciudad en ciudad con aquellos marineros de la carretera. Pensando... “qué hermoso espectáculo”.

10 comentarios:

Juliette dijo...

¿Y por qué no? un día, es un día. Mañana podrías estar en casa.

Sam Sayer dijo...

Me recuerda a lo de las «malditas fanáticas».

Al final ni uno, ni otro: todo. Eres un auténtico RocknRolla.

maloles dijo...

Vivir en la carretera, eso es un sueño.
On the road, beibi, on the road.


Muas!

Hermano Ele. dijo...

Voy a escribir hasta liberar mi mente del mal.

Meryone dijo...

alguien ha estado leyendo recientemente a buckowski? me gustó lo de marineros de la carretera... a veces dan ganas, aunque yo sigo manteniendo que mi vocación frustrada (en su variante "abandonarlo todo" es tener un faro -y muchas películas y muchos libros-)

rafa también es bonito. y si es niña?

qué pena que al final no vengáis. en verano la ciudad sigue aquí y yo supongo que también

besos

ps. también me gusta sabina y me encanta esa canción. claro

Lara tiene alas dijo...

"Eterno viajero de sueños y emociones".

Lara tiene alas

S.C. dijo...

Nah, mejor quédate en casa. Ese Gino tiene una pinta de hijo puta que no puede con ella.

Con lo de Best Seller te quedaste corto, ajajjaja.
Saludos!

Unknown dijo...

Joder, un contraste excepcional, de rockstars a trashstars. A veces me quedaría con lo primero que explicas, a veces me gustaría fumar ducados y trabajar con 4 zumbados más cajas arriba cajas abajo.

Aunque quizá estar en el quinto piso y pensar lo uno y ver lo otro desde la ventana no esté tan mal.

Joder, qué mal me he explicado en el comentario.

Un abrazo

Unknown dijo...

Un símbolo si
eyaculación no

Mj dijo...

yo venia a decir que el tema de Nacho Vegas es un temazo, pero allí donde lo tienes, como que no me deja...